Ningún momento del año es mejor que otro para poner en práctica la humildad.
Sin embargo, seamos o no creyentes, si hay un principio y un valor que representa la Semana Santa ese es, sin duda, la Humildad. Así pues, os invito a que aprovechemos estas fiestas para reflexionar acerca de la que probablemente sea la mejor virtud del Ser Humano, y aquella con mayor poder transformador. El Poder de la Humildad.
¿Qué es ser humilde?
Muchos de nosotros tenemos un concepto equivocado de lo que significa ser humildes.
La humildad no es sinónimo de servilismo,
ni de humillación, ni de plegarnos ante la voluntad de los demás.
La humildad, lejos de lo que se suele interpretar, no excluye la propia dignidad. Más bien es todo lo contrario. Ahora bien, convendría no confundir tampoco dignidad con arrogancia o soberbia.
Quizás, la mejor manera de comenzar a explicar qué es la verdadera humildad, podría ser recurriendo a la etimología de la propia palabra. Humildad viene del latín “humus”. Es decir, el sustrato natural que se desprende de lo caduco, donde echa raíz la nueva vida y que, al mismo tiempo, la fertiliza y la hace crecer. En una palabra, humildad significa “esencia”.
¿Conoces tu esencia?
¿Alguna vez te has parado a pensar qué es aquello verdaderamente esencial en tu vida? ¿Tus seres queridos, tu faceta profesional, tus hobbies…?
Todos nosotros, como seres naturales que somos, necesitamos arraigarnos en nuestra esencia, nutrirnos de ella para crecer y ser felices en El Gran Juego de la Vida. Todo lo demás es sencillamente superficial. Por eso es tan importante que sepas reconocer tu esencia.
Sucede en multitud de casos –desafortunadamente yo doy fe de ello diariamente en Consulta Sergio Saiz– que las personas nos sepultamos bajo infinidad de cosas materiales y minucias artificiales.
Pero lo peor no es eso… Lo peor es que suele ocurrir que hasta nosotros mismos nos hayamos convertido en seres artificiales. En tales situaciones es fundamental intervenir de urgencia para evitar lo que yo denomino el “Game Over”: la muerte en vida.
¿Cómo puedo recuperar mi esencia?
Si verdaderamente deseas volver a contactar con tu esencia, no puedo recomendarte un mejor tratamiento que la práctica de la humildad. Hasta que no experimentes en tu interior el poder de la humildad, no serás capaz de comprender su inmenso poder transformador.
Muchos sabios aseguran que el camino hacia la humildad consiste en acallar nuestras virtudes. De modo que sean los demás quienes las descubran por sí mismos. Esto es verdad. Sin embargo, la humildad es mucho más que esto. Practicar la humildad y, por tanto, ser humilde, consiste sobre todas las cosas en que seamos capaces de reconocer nuestras limitaciones y, desde ahí, solicitar ayuda con el objetivo de aprender y superarlas.
Únicamente reconociendo y aceptando nuestras limitaciones, llegaremos a ser conscientes de todas nuestras áreas de mejora. Quien “peca” de soberbia y se cree que ya lo sabe todo no podrá continuar avanzando en El Gran Juego de la Vida. Pues la arrogancia “se come” a la persona humilde y generosa que hay en nosotros, arrojando al mundo en su lugar un ser engreído y resentido.
Mientras escribo estas líneas no me puedo quitar de la cabeza al joven Anakin Skywalker –padre de Luke Skywalker y protagonista de la primera trilogía de Star Wars- quien, gozando del potencial y La Fuerza necesaria para convertirse en el mayor Jedi de toda la galaxia, se malogró en un ser vil y mezquino, en un Lord Sith del Lado Oscuro: el tristemente célebre Darth Vader.
La fuerza es intensa en ti
Ya lo decía Yoda, el gran maestro Jedi: Ni ingenuo o débil ser humilde es. Al contrario, la humildad nos aporta lucidez y un incremento en La Fuerza que nos permite contemplar el conjunto de la realidad en su máximo esplendor.
Como comentábamos recientemente en otro artículo del blog, reconocer nuestras limitaciones, nuestras carencias y nuestros fallos es la mejor oportunidad que tenemos para optar a una versión mejorada de nosotros mismos.
¿Sabes por qué hay personas que consiguen lo que se proponen y otras que no…?
Porque las primeras disponen de una información que no tienen las segundas. Parece sensato, ¿no es así? Pues has de saber que está en tu mano entrar a formar parte de ese grupo exclusivo de personas que cuentan con ese plus de información. Al igual que a ellos, esto te posibilitará alcanzar todos aquellos objetivos que te fijes en tu vida.
¿Quieres saber qué es lo que necesitas para formar parte de esa Champions League…?
El poder de la humildad
Lo único que te falta es humildad para reconocer que ignoras la respuesta correcta y preguntársela a los que sí saben. De tan sencillo parece ridículo, pero esto es exactamente así.
¿Crees que Lorena habría conseguido su sueño si no hubiese sido humilde…?
¿Crees que Reyes, Alberto, Mercedes, Roberto, María José o Paco, entre otros muchos, habrían alcanzado sus propósitos si no se hubiesen dejado aconsejar…?
¿Por qué no haces como Lorena y confías en nosotros para mostrarte el camino hacia el éxito?
Acabamos de conseguir las mejores condiciones de la historia para que puedas inscribirte sin problemas en el nuevo Programa Transfórmate y Brilla.
El verdadero poder de la humildad no reside en objetos materiales. Como en tantas otras dimensiones de la vida, es el valor de lo “intangible” el que nos aporta bienestar y felicidad. Este es el verdadero secreto de El Gran Juego de la Vida. Porque es en el Poder de la Humildad donde reside la verdadera calidad de vida.
¿Cómo reconocer a una persona humilde?
Sabrás si alguien es humilde cuando:
- Recabe la opinión de los demás sobre diferentes asuntos.
- Valore a los que son mejores en una materia, y les pida ayuda llegado el caso.
- Sea agradecida/o y no alardee sobre los éxitos logrados.
- Pierda el temor a equivocarse.
- Reconozca a las personas que le han ayudado en el desarrollo de sus capacidades.
- Admita que hay algo que no entiende.
- Reconozca sus carencias o sus fallos.
- No se compare innecesariamente con los demás porque considera que toda persona es única.
- Dé crédito a los verdaderos autores de una idea.
- Admita haberse equivocado.
- Sepa perder en las diferentes circunstancias de El Gran Juego de la Vida.
- Esté deseando seguir aprendiendo y reconozca que siempre hay margen para la mejora.
- Comparta los conocimientos aprendidos.
Necesitamos volver a arraigar y nutrirnos en el “humus” de nuestra verdadera esencia.
Toma conciencia, pasa a la acción. Sólo así lograrás desprenderte de todo lo superficial.
¿Qué tal si lo ponemos en práctica?
Infórmate pinchando sobre este enlace y no te quedes sin descubrir el verdadero Poder de la Humildad.
¡Te va la vida en ello!
Un saludo cargado de los mejores deseos de tu amigo, mentor y gurú de Vida Saludable.
INVIERTE EN TI, CRECE CONMIGO.